La vejez, también conocida como senectud, es una etapa de desarrollo en la vida humana que implica cambios en diversos aspectos del individuo. Estos cambios están influenciados por factores como la cultura y la geografía, y la Organización Mundial de la Salud define la vejez a partir de los 65 años.

Factores cognitivos, fisiológicos, morfológicos, psicológicos, sociales y ambientales juegan un papel importante en la calidad de vida durante esta etapa. En términos cognitivos, se pueden observar cambios en la atención, la concentración y otros procesos mentales. En algunos casos, estos cambios pueden incluso estar asociados a patologías propias de la vejez.

A nivel físico, la vejez trae consigo la disminución de la fuerza muscular y la debilidad, lo cual puede ocasionar trastornos depresivos, ansiedad y otros problemas de salud mental. El entorno familiar juega un papel crucial en esta etapa de la vida, ya que si se atienden adecuadamente las necesidades básicas del adulto mayor, se pueden favorecer la socialización y prevenir la aparición o el desarrollo de patologías.

Es importante tener en cuenta que el aislamiento social puede llevar a dificultades en la vejez, acelerando o desencadenando la aparición de patologías. Por lo tanto, es fundamental prestar atención a la salud integral de los adultos mayores y garantizar su bienestar emocional y social.

Referencia:
Gerokomos. vol. 25 no. 2. Barcelona. 2014

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